Los pibes de Venecia no usan bicicleta
Otro intento para no perecer del todo
martes, 3 de abril de 2018
sábado, 5 de septiembre de 2015
Pedacitos
Ayer, al abrir la alacena, sin querer se me vino abajo el
alma.
Pedacitos en el piso, en la mesada de la cocina, abajo de la
cama, en nidos de palomas vecinas, en el cajón de los cubiertos, en el balcón y
hasta en la ducha.
Alma en el techo, en las paredes, alma entre discos y canciones
viejas, alma en los primeros rayos de una persiana dominguera y en el espejo
del ascensor .
Había tanta alma desperdigada por la casa, que no me quedó otra que mudarme el cuerpo.
lunes, 27 de julio de 2015
domingo, 21 de junio de 2015
Sinceridades
Sinceridad
Se agradece como el pan ácimo
Se mastica dolorosamente
Se procede a escupir un poco y se digiere lo que se pueda
Se piensa en los motivos que estarían faltándonos para seguir comiendo
Se pierden las ganas de comer
Se espera que vuelva el hambre
Se enflaquece en silencio
domingo, 17 de mayo de 2015
domingo, 26 de abril de 2015
Su adentro
Amanece
el rubio abdomen hinchado al sol
un olor a tierra mojada
el dormir de una creadora
Hay vientre en su tiempo
reclamando existencia
alimentando entropía
La veo multiplicándonos
pronto girará
abrirá las piernas
y Soplará al mundo
Revestimiento y ruptura.
Los zapatos inesperados, tirados en la esquina. La persiana
inquieta. Un rayo luz cortando su mejilla al medio. Geométrica
tiranía. Inmortalidad. Sombreros. Desayuno. Fracasos con suerte. Y
yo, por un instante, al centro.
lunes, 20 de abril de 2015
Los últimos
Tu última caricia
mi último salto
una copa rota
un último abrazo honesto
un último abrazo honesto
despedirse es hundirme
beso flaco y final
sin lenguas ni tiempo
tus pérdidas, las mías
siameses
esperándote siempre
aunque nunca me encuentres
aunque nunca me busques
tu imposibilidad y mi franqueza
añorando un quedáte
me regalás un andáte
jueves, 9 de abril de 2015
sábado, 4 de abril de 2015
lunes, 30 de marzo de 2015
Desplazarme en tu
todo, dejar que mi lengua y la tuya entiendan las carnes en su gama de colores, sabores y sudores, reptar para ingresar, reptar para salir, percibir los fluidos dulces, salados,
agrios y cálidos brotar, disolverse, pegotearse, enfriar y secar. Dejarme en vos las
partes y quemarme al verte relamer aquello que fui. Deslizarme otra vez llenando
tu irremediable vacío, reencontrarte por detrás y finalmente caer fundido a tu
dominio, sacudir sabanas manchadas y reempezar el juego. No hay espacio ni tiempo, solo un parentesco sagrado.
Fragmentos Operación Karma
sábado, 7 de marzo de 2015
Cayendo
domingo, 8 de febrero de 2015
El mago: instrucciones autorreferenciales para soltar y
lanzar
Aprender a desprenderse de algo que está podrido, es la lección, una de ellas al menos. Al
igual que esa vez, con aquel osito rojo que se me cayó a una zanja, durante una
inundación en mi ciudad natal.
Mi madre me obligó a desprenderme de ese oso, lo mismo que de aquel perro paralítico y enfermo que rescaté de las calles. La persistencia de ciertos afectos es contradictoria, pero si debe prescindirse de ellos, uno debe aprender a hacerlo bajo el influjo de la auténtica voluntad.
Mi madre me obligó a desprenderme de ese oso, lo mismo que de aquel perro paralítico y enfermo que rescaté de las calles. La persistencia de ciertos afectos es contradictoria, pero si debe prescindirse de ellos, uno debe aprender a hacerlo bajo el influjo de la auténtica voluntad.
Así debe dejarse ir, y no esperando o buscando inconscientemente un acto sustituto de aquel mandato materno que castre la propia decisión.
Aprender a soltar, hacerlo sin abrigar una carta escondida, sin especular con futuros retornos, asumiendo que esos brazos, con la suficiente fuerza para aflojarse y dejar ir, nunca más abrazarán aquello que hoy sueltan.
Aprender a soltar, hacerlo sin abrigar una carta escondida, sin especular con futuros retornos, asumiendo que esos brazos, con la suficiente fuerza para aflojarse y dejar ir, nunca más abrazarán aquello que hoy sueltan.
Cuando las cartas están servidas, la mesa esta tirada y las
vueltas son tan eternas, si no se sale del remolino de forma ascendente y
concéntrica, solo se llega a la asfixia.
Por último, y llamando la atención sobre el carácter doble del abandono, recuérdese también, que puede uno terminar encarnando aquel peluche
rojo tirado en una cuneta, llegado ese
punto a no desesperarse, compréndase que es mejor ser
convertido en el olvido de alguien, que en su odio.
jueves, 5 de febrero de 2015
Ayer amanecí en Venecia
Soñaba con vos hasta que te interrumpieron las campanas
“Queridoooo te despertaron
las campanas del señor!!!!", dijiste
Los canales congestionados de
embarcaciones se inundan de bocinas
Nada que envidiarle a Buenos
Aires
Te conté del mural donde vi a
Beatríz, te comparé con ella
“Pintores eran los de antes”,
argumentaste
Salí a caminar
Otra vez las campanas
Otra vez vos
Otra vez las bocinas
Otra vez las campanas
Otra vez vos
Otra vez las bocinas
Los pibes de Venecia no usan
bicicleta
viernes, 23 de enero de 2015
Escribir desde el
olvido
desde la banquina
de su vida
Dejar postales en
la nada
Nunca me mintió
mala función la
última
Peor guión
Reconocerse como un extra
Tras creerse un protagonista
Saborear el sufrimiento
mucho mejor
Antes que el olvido
Escena repetida
mejor el dolor
La efectividad del tiempo
Un corte publicitario
la maravilla del silencio
Sin olvidarla
Renacer, renovar, retomar
En algún lugar
más allá de la nausea
la obra sigue
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